“Iabo utdedra libelabel Ulden nat oikomenikat Elo, un nat nira bo drameg Gunden u antromorfikat Gemen”

Da lef Ianda bo Darg. Ursula K Le guin

diciembre 29, 2009

Poema/canción infantil. Apunte de Ernesto Furnessi sobre ensayo publicado.


“Nimbâ nimbai,
Usup den bai,
Imbim ei lobsa,
dega erindai”

Poema infantil, posiblemente canción (se desconoce su entonación), que encontré grabado la corteza de varios árboles en los bosques de la región Enisor, cerca de la ciudad costera de Enisorai.
Las dos palabras iniciales refieren al atardecer y el otoño. Se trata en realidad de la misma palabra “Nimbâ” que por su posición se halla modificada en el segundo caso, con una “i” adicional. El acento circunflejo que se agrega a la forma latinizada, sirve para alargar la “a” en su pronunciación.
El uso de la misma palabra modificada es una forma antigua de declinación del idioma de Zelidar, que luego cayó en desuso con la evolución de la lengua.[1]

El verso traducido aunque no rimado dice así:

“Atardecer de otoño,
hojas que caen,
yo busco los hongos
de bruces en el suelo”

La palabra “Imbin” refiere simultáneamente a cierto hongo comestible y a seres imaginarios del folklore popular que podríamos asociar con los duendes de la tradición anglosajona. El poema/canción deja abierta la relación universal entre los hongos y los seres imaginarios del bosque, en tantas culturas humanas tanto en la Tierra como en Metón




[1] DOMSKY  Joan. Linguist patterns in methonian languages.  Leicester editors.  2199

diciembre 25, 2009

Una introducción al conocimiento de Metón

La presente bibliografía se considera básica para la introducción al conocimiento sistemático del planeta Metón.
Es imprescidible su consulta en general para luego profundizar en los temas que cada interesado decida abordar.
Se recomienda  tomar como eje vertebral de cualquier enfoque, la obra de Ernesto Furnessi por su caracter universal en la mirada sobre el planeta.

Los textos sugeridos son los siguientes:


COLEMAN John.  Notes on impressions after visiting Methon. Oxford University. 2191
DIEGION Sigfried. Space, time and architecture in Methon. GG Editores. Barcelona. 2170
DOMENECH Josep Maria. Arquitectura a les ciutats metonas. Montjuic editors. Barcelona. 2187
DOMSKY  Joan. Linguist patterns in methonian languages. Leicester editors. 2199
DOYLE Mauricio. Toponimia metona. Ediunc.  Mendoza. Argentina.2102
ECO Roberto.  Documenti sul nuovo mondo. Metone, il fratello trovatoDeimos Editores. 2173.
ECO Roberto.  Essosemiotica comparata. Metone, l’altro specchioDeimos Editores. 2180.
FLOID Edmund. Sexual fisiology and behavior in methonian culture. Oxford University. 2190
FURNESSI Ernesto. Atlas Methonis. Vallis Marineris Editors. Nova Venecia. Marte. 2178.
HAGAN Karl. The Sel system. NY Editors. Nueva York.2185
HEILLER Bernardo. Excursión. EMECE Editores. Buenos Aires. 2175
HERRERA Thomas. Methons chronicles. Nova Terra Editors. Montevideo. 2187
KADATZ Werner. Kunst und Industrie aus Methon. Ed. Reichstrasse.  Berlin. 2195
L’AVANT Renné. Lórigine géographique de la migration dans Methon. Pouget editors. 2178
MARAHARINATRAH  Rahiyi.  Myths and legends in Zelidar.  Gandi Eds. Nueva Delhi. 2199.
MUNFORD  Denis. Patterns of urban settlements in Methon. Sinalefa Editors. Nueva Tierra-Marte. 2188.
NESTPAS  Nicòle. Langue et civilization  methones.  Editoriel La cle. Marselle.2190.
NORTH Frederik. Das Klima aus Methon. Ed. Reichstrasse.  Berlin. 2190
REUSS Arthur.  Flora und Fauna aus Methon. Ed. Reichstrasse.  Berlin. 2188
ROMEIRO  Bercy. O processo  civilizatório no Metón. Editôra Paulista. Sao Paulo. 2160
RUDERFORD  Milhaus. Los orígenes de la civilización Metona. GG Editores. Nueva Delhi. 2167.
RUTGER Anna. Raum und Zeit aus Methon. Ed. Reichstrasse.  Berlin. 2189
SEGOVIA  Joan Servando. Historia de las Ideas Políticas en Metón. Editorial Nueva Tierra. Mendoza. 2182.
STAVENI Elonai. Terra un Metoni. Evolutife Komparatio. 2175. Kunsia editorei. Marnia . Terra
STOKOV Vladimir. Selli sistemaya. Mir editores. Kiev. 2182
WAITMAN Nerina. Historia de la Arquitectura metona. Sudamericana Planeta. 2203
WINDER Ken. Weather in Methon. UCLA Eds. Los Ángeles. 2199

diciembre 23, 2009

La enigmática Eleonora. Otro tiempo el mismo lugar


Comenta Alberto Ezcurra con mucha discreción, la figura de una tal Eleonora Solís en la vida de Furnessi.
Parece ser, y en esto hay mas conjeturas que certezas, que la mujer decidió seguir la saga del explorador, buscando las razones de su enigmática desaparición.
Tal como puede leerse en su libro "Soy Furnessi", la autora replica prolijamente los puntos de exploración del arqueólogo autodidacta y comenta cada experiencia casi dentro de la piel del héroe.
Revisa los escritos que Furnessi le dejara a Ezcurra, visita los sitios y hallazgos registrados en los mapas, recorre los itinerarios repitiendo las estancias en cada uno y culmina el periplo en la misteriosa península Enisor, en el extremo este y septentrional del Continente de Zelidar.
Para simetrizar ambas vidas, Eleonora Solís desaparece de Metón en la misma región en que perdiéramos contacto con Furnessi.
Las huellas del arqueólogo y de su  seguidora terminan en la misma arena aunque con años de diferencia.
Los testimonios de ambos se interrumpen en un mismo espacio pero en distinto tiempo.
Ezcurra es tan discreto con Solís como con Furnessi, revela algunos datos pero nada que aclare las sospechas que muchos tejen sobre el desenlace de la búsqueda. Ezcurra termina su vida sin decir lo que sabe y en su última voluntad, pide a su hijo Bruno que mantenga íntegra la biblioteca y archivo de Furnessi.
En la sala que  guarda con respeto y dedicación todo el material, Ezcurra mandó poner dos retratos que el público ve sobre la mesa de trabajo. En ellos un hombre y una mujer se miran desde la distancia del tiempo.

A continuación, la península Enisor, en imagen de mapa original de Ernesto Furnessi


diciembre 19, 2009

La llegada del Gran Invierno


*Extracto del ensayo de Ernesto Furnessi sobre los cambios climáticos en Metón y su efecto en la población, basado en documentos originales y estudios posteriores al descubrimiento.


El clima de Metón cambia y  los relatos históricos hablan de “enfermedades en la cara de Sel”, la temperatura media  baja 10 º, lo que hace que los territorios sub-ecuatoriales se enfríen en forma dramática.[1]

La civilización metona se enfrenta a una etapa crítica donde deben replantearse las pautas distributivas de la población, en relación con los avances de los fríos.

El progreso científico se estanca en algunos aspectos y se enfoca en los  de la supervivencia. La economía se verá controlada al máximo.

Los próximos 500 años de la vida de Metón serán duros  para la expansión metona y su permanente interacción.


Hacia el 3420, Se cierran las comunicaciones con las Landas del Norte y se establece una política de emergencia para con las tierras en los confines del norte

La Drima de Ekluria, con sede en Legedán, proclama la "Carta de Lízila" por la que las landas son libradas a sus destinos ante la imposibilidad de mantener comunicaciones fluidas con ellas y la negativa rotunda de sus pobladores de abandonarlas.

Solo un correo dos veces al año, durante el verano y la liberación de la región al manejo de sus recursos propios fueron las condiciones de la carta, el Cordón Boreal de islas sería el camino a seguir a través del océano permanentemente congelado.

El comercio de pieles, aceite y carne de los "kalontes" se interrumpe drásticamente y lo que fue un principal recurso de intercambio, se transforma en un recurso de subsistencia a partir del cierre de las comunicaciones.

Con el frío extremo, las tierras llanas se cubrirán de hielo rápidamente y solo las tierras escarpadas tendrán chance durante la crisis. La alternativa será el activo vulcanismo de las montañas del norte y su uso como fuente de calor, energía y  agua líquida.

Los lagos termales serán centros de agrupación humana y hasta permitirán cultivos rudimentarios de vegetales que complementarán el casi exclusivo régimen de alimentación a base del aprovechamiento del mar.
La organización social será estricta y en algunos casos despiadada, cada poblado se refugiará en sus leyes y costumbres  perdiendo el fluido trato que mantenía hasta la llegada del frío[2]. Esto condicionará el futuro temperamento general de las regiones boreales en  relación a las poblaciones del sur beneficiadas con climas más benignos.
No existirá en  estos casos una institución equivalente a la Drima y sí esquemas de gobierno a partir de líderes concentradores de poder. En ciertos aspectos podemos hablar de un retroceso a las  formas de jefaturas tribales y en otros casos a  las organizaciones feudales de la Tierra.


[1] NORTH Frederik. Der Klima von Methon. Reichstrasse Ed.  Berlin. 2190

[2] ROMEIRO  Bercy. O processo  civilizatório no Metón. Editôra Paulista. Sao Paulo. 2160





diciembre 18, 2009

Recorte de un cuaderno de apuntes de Furnessi.

En este caso referido a sus observaciones sobre la arquitectura metona y mencionando a un tal Alberto que parece ser su asesor en los temas arquitectónicos. En este tópico, Furnessi se declara neófito y como en otros casos, consulta a distintos especialistas.

octubre 25, 2009

El Trabajo de Ernesto Furnessi

Implementos de trabajo en el gabinete de  Furnessi.
Apuntes manuscritos de traducciones de los textos originales, el mapa continental reelaborado a partir de los hallazgos arqueológicos y algunos instrumentos de trabajo .
Obsérvese el compás de escalas que utilizaba para las conversiones de distancias.




octubre 17, 2009

Región nor-oriental de Zelidar

Mapa elaborado por Ernesto Furnessi en tinta, lapiz y carbonillas, basado en el documento original que se conserva en el MAM de Londres.


En el confin oriental, la península Enisor y en su extremo, las ciudades de Enisorai en el continente y Gebaira, en la pequeña isla homónima.

Sobre las margenes del Río Kerulen, en su tramo de llanura antes de desembocar en el Mar de Ekeran, puede observarse  la ciudad de Erindâr y las pequeñas poblaciones que la rodean.
Ya en el final de su recorrido, el Kerulen y el Irukan tributan juntos sus aguas al mar en forma de un enorme estuario.

Al sur  de la región y sobre la desembocadura del Río Ner en el Mar Cerrado, se situa la gran ciudad de Andirondai, que en realidad es una conurbación de dos ciudades independientes divididas por el río. Andí, en la ribera derecha y Rondai en la izquierda.
















octubre 15, 2009

La ciudad de Lízila.

Ubicada en la costa de las Landas Polares, fue siempre el primer puerto para acceder a los territorios del norte.
Sobrevivió por siglos al frío extremo, por estar construida sobre una caldera termal, al borde del mar.
Ilustración de Ernesto Furnessi sobre grabados originales



octubre 11, 2009

EL AÑO METÓN Y LAS ESTACIONES. Da Yari metoni un yari stanen

Las cuatro estaciones del año. 

Amba. Significa simultáneamente amanecer y primavera. Luego del invierno y de la oscuridad llega el alba y el calor
Selia. Es el verano o el tiempo de Sel.
Nimba. Significa atardecer y también otoño. Responde al inicio de los tiempos fríos.
Simia. Es el invierno o el tiempo de Sîma, la luna del planeta. Durante el tiempo frío, el sol se aleja en los cielos metones y persiste la presencia nocturna de Sîma.

EL AÑO MAYOR


En el diagrama superior se observan las orbitas de Metón y Etosia, el gigante gaseoso, en forma comparativa.
Si se considera que Etosia tiene una órbita casi circular a diferencia de Metón, que la desarrolla en forma elíptica; se puede comprender el máximo acercamiento que se produce durante el perigeo entre los dos planetas (M12 - E12), que da por iniciado y concluido el Año Mayor cada doce años metones.
Las órbitas de ambos planetas están sincronizadas en 1 a 12, lo que hace que el ciclo sea exacto e invariable.

El período de máximo acercamiento se estima en unos meses, con un día clave de conjunción, establecido mediante cálculos astronómicos en el calendario metón, siempre incluido en el mes de Denar durante el invierno. Durante este acontecimiento astronómico, en las noches invernales de Metón, Etosia fulgura en el cielo con luz violácea llegando a arrojar sombras de los objetos.
Nótense las distintas distancias relativas entre los planetas en las posiciones 3, 6 y 9 y el paulatino alejamiento que desarrollan hasta alcanzar el máximo en la situación M12 – E6.

Durante la gran conjunción, las radiaciones gamma del Etosia influyen fuertemente sobre la superficie de Metón y su satélite, condicionando fuertemente los fenómenos de las mareas, los procesos biológicos de las especies animales y vegetales y hasta la fisiología humana y costumbres de la cultura metona.

octubre 01, 2009

Los metones

Tal como se menciona en las historias del Ecumen , la teoría de la siembra de humanos en el universo tuvo particularidades especiales en Metón, como las tuvo en Gueden, la Tierra o en Hain.
Sin ir más lejos, si el caso de Gueden con su curiosa fisiología humana basada en la ambisexualidad, resulta curioso para el resto de humanidades del universo conocido; no menos curioso es el caso metón, donde la fisiología a tomado otras iniciativas respecto a los individuos.


Efectivamente, los humanos de este mundo inician su vida como seres ambiguos sin género determinado, adquieren la madurez sexual convirtiéndose en mujeres o varones activos, atraviesan un período de transición breve en que vuelven a ser sexualmente inactivos; transitan luego hacia el sexo opuesto como adultos para terminan su vida en otra etapa infértil y senil.


La infancia abarca desde el nacimiento hasta la pubertad que se produce alrededor de los 15 años.
A partir de este momento el individuo entra en la pubertad o “esemi” y en una fase femenina o masculina activa desarrollándose como una mujer o un hombre capacitados para concebir descendencia. Esta fase se extiende hasta aproximadamente los 25 o 30 años.
Alcanzada esta edad, el individuo entra en una fase de transición en que normalmente es infértil durante un par de años y sufre una serie de cambios hormonales y físicos que lo preparan para una nueva fase femenina o masculina en adultez, pero con el sexo opuesto al que tenía cuando se desarrolló.
Durante esta etapa de su vida y hasta los 50 o 70 años aproximadamente, el indivi-duo será una mujer o un varón también apto para engendrar pero de sexo opuesto.
La etapa de vejez, inmediata a la de madurez, trae nuevos cambios funcionales que retrotraen al individuo a una fase infértil, hacia el final en su vida.


Al igual que en la humanidad terrestre, los sexos están latentes en el individuo, aunque no de manera permanente sino en forma sucesiva, o para usar un término terrestre, los metones son transexuales naturales.


Pero, a pesar de esta transexualidad fisiológica, se dan casos en que un individuo permanece toda su vida en la fase femenina o masculina hasta la vejez. Este fenómeno es llamado de “giria” o nodrizazgo y convierte a las mujeres perpetuas en personajes venerados por la sociedad, con carácter de elegidas. En casi todas las culturas regionales de Metón estas nodrizas tienen privilegios y tratos especiales por parte de la comunidad. En el caso de los hombres, se llaman “alidanes” u “hombres perpetuos” y al igual que las mujeres, asumen roles de padrinazgo o educadores.


Respecto de la formación de las parejas, la fisiología transexual hace que las relaciones resulten de lo más curiosas para la antropología.


Según esta manera de madurar y transitar de un sexo al otro, la etapa activa femenina está representada por individuos jóvenes y fuertes que procrean en la mejor edad de la vida y que, a su vez, al convertirse en varones, lo hacen en una etapa igualmente plena para la actividad sexual.


Durante la etapa inicial femenina, es decir, hasta los 25 años, las relaciones no siempre devienen en embarazos. En su lugar las mujeres metonas tienen un estado de falsa gravidez llamado “mirio”, donde además de suspenderse el ciclo menstrual que depende del ciclo lunar, se prepara el cuerpo para el embarazo real. El “mirio”, duraba entre 3 y 6 meses y según datos rescatados de escritos originales, las mujeres que no tenían estos falsos embarazos, eran tratadas médicamente previendo la posibilidad de no poder concebir en forma natural.


El periodo intermedio o "erio", resulta traumático para los individuos ya que la vida en general se trastoca con el cambio. Esto se manifiesta con estados de disminución del ritmo vital, depresión pasajera, angustia y otros signos menores. En muchos casos, individuos solitarios o libres de responsabilidades recurren a los “Hospicios de erio”, donde a manera de retiros, esperan los cambios fisiológicos de la fase siguiente.


Este proceso de transexualización, puede evitarse con hormonas pero representa un tabú importante porque plantea un desafío a la autoridad de las nodrizas o maestros que han llegado a serlo por razones naturales.


Este cambio hacia la fase siguiente está fuertemente relacionado con el ciclo del Año Mayor, ya que durante el máximo acercamiento entre Metón y Etosia , se intensifican estos cambios sexuales en la población en edad de “erio”.


Durante las etapas de desarrrollo y de “erio” los órganos sexuales cambian de manera dramática. En estas etapas de la vida de un metón, el clítoris puede desarrollarse hasta convertirse en un pene normal y con capacidad de erección, mientras los testículos descienden de su ubicación dentro del bajo abdomen junto a los ovarios, a la vez que estos se reducen y atrofian. El útero se modifica avanzando hacia la vulva que termina por integrarse a los tejidos externos de los testículos. Los senos convierten la grasa en masa muscular, en tanto que las glándulas mamarias desaparecen. Aparece el vello facial y en el resto del cuerpo y la voz se agrava al desarrollarse la caja toráxica y la traquea. Al final del proceso, que dura aproximadamente un año, el individuo es un varón integro y sus apetencias sexuales se definen hacia el sexo opuesto.
Si el caso es inverso, los atributos masculinos se repliegan en el cuerpo del individuo, la masa muscular se cubre de grasa y las glándulas mamarias se desarrollan sobre los pectorales, el pene se repliega y desaparece dentro de la cavidad vaginal, en tanto que las caderas se ensanchan para preparar la cavidad donde podrá albergarse un embarazo. Esta fase final luego del “erio” se denomina “desemi” o segundo desarrollo.


Respecto de la formación de las parejas y su permanencia en el tiempo, no tiene comparación con las relaciones entre individuos monosexuales. Una mujer puede hacer pareja con un hombre, ambos recién iniciados y luego de que la esposa transite a la fase masculina, permanecer en pareja junto a su marido original.
Cabe aclarar, que la homosexualidad no tiene en las culturas metonas las mismas connotaciones que en las terrestres.
En la mayoría de los casos, la pareja se disuelve y la mujer o el hombre, transexuados, buscan hacer pareja con otros individuos. El término iniciado, tal como se usa en este texto, está traducido del proveniente del idioma de Zélidar que es “esemi” y que se usa tanto para la mujer como para el varón, vírgenes de contactos sexuales.
Los hijos resultantes de estas uniones son criados por sus padres en los sucesivos estados que estos asumen, estableciéndose siempre familias multitudinarias, donde la pareja fija es una excepción y donde cada individuo puede haber concebido hijos en su etapa “esemi” para luego engendrar más con otra pareja en su fase siguiente.
Se han observado registros de familias de hasta tres generaciones donde abuelos, padres, hijo y nietos han convivido en una misma casa con respectivas parejas y ramificaciones secundarias.
En otros casos una mujer transita hacia la masculinidad sin haber concebido hijos y se transforma en padre en una nueva relación.
El celibato es común en algunas culturas del planeta pero no está vinculado a preceptos religiosos sino más bien a filosofías de vida de cada grupo cultural.
Los complejos de Edipo y Electra, profundamente estudiados en la psicología terrestre tienen otras derivaciones en la psicología metona.




septiembre 20, 2009

La humanidad en Metón

Una de las llamativas particularidades del planeta es que no se conocen especies homínidas aparte del hombre.
Algunos estudios post-descubrimiento suponen que la especie humana puede haber sido “sembrada” en Metón por alguna cultura superior. La Teoría de la Siembra[1] propone que en la Tierra, la raza homínida evolucionó en muchas ramas y que sólo una progresó hacia la razón, en tanto que en Metón, las inferiores se extinguieron quedando la humana como dominante.
La misma teoría supone que la humanidad ha sido sembrada en otros mundos y que pudo ser un experimento no controlado o que el control se vio distraído por otras preocupaciones de los “sembradores”.
A su vez, las diferencias entre la Tierra y Metón se manifiestan a partir de la múltiple cantidad de comunidades humanas que poblaban el planeta en forma más o menos extendida y que partían de un origen común, a diferencia de Metón, que desde un grupo original surgido en las llanuras del Moderán, se inició una difusión de los humanos en un mundo vacío de otros congéneres. Este factor podría corroborar la idea de que en el planeta, el experimento sembró un único grupo de individuos que se mantuvo unido hasta que inició su diáspora por el mundo.
Si esta hipótesis es cierta y toda la población desciende de un mismo grupo original que llegó al estadio de sedentarismo todavía unido y luego fue forzado a la diáspora, resulta claro que la cultura metona llegara a la conciencia global mucho antes que la cultura terrestre.[2]
Esta característica tan especial de especie solitaria, sin variantes étnicas a la manera terrestre, plantea distintas relaciones entre las variadas corrientes colonizadoras que se produjeron luego de las grandes inundaciones del período formativo. [3]
Según la Teoría de la Siembra, los "sembradores" dejaron al primer y único grupo homínido junto a las riberas del Moderán, observaron su comportamiento y evolución durante un tiempo y luego dejaron al grupo a su libre destino.
Los procesos de siembra coinciden en todos los planetas humanos en 2 o 3 millones de años antes de la escritura.
Todos lo grupos humanos registrados tienen ADN compatible que revela un origen común aunque remoto.
En la Tierra y en Hain se sembraron varios grupos humanos y se verifica diversidad étnica dentro de la misma especie.


[1] ROMEIRO Percy. O processo civilizatório no Metón. Editôra Carioca. Sao Paulo.2160
[2] Ver SÍNTESIS HISTÓRICA CRONOLÓGICA .
[3] ROMEIRO Percy. O processo civilizatório no Metón. Editôra Carioca. Sao Paulo.2160











septiembre 19, 2009

Poblamiento de Metón

La diáspora que se iniciara allá por el - 2000, luego del Gran Diluvio, terminó su ciclo repartiendo la población humana por todos los rincones de Zelidar en forma pareja. Inicialmente, a partir de la llanura central del Moderán y luego en un contacto estrecho con la costa marítima, cerrando el en círculo en ambas direcciones.
Las poblaciones formaron un tejido de pequeños núcleos urbanos (“elda” de 200 a 300 habitantes), que eran encomiendas mandadas por las Drimas, con colonos voluntarios que buscaban nuevos territorios fuera de la ciudades consolidadas, para emprender explotaciones por cuenta propia.
La dispersión de los grupos humanos, estos en relaciones familiares, tribales o gremiales, tenia pautas claras de ubicación, vinculación y distancias con las poblaciones existentes.
El número de habitantes a que llegaba una población que se transformaba en ciudad era y fue hasta los tiempos contemporáneos de un promedio de 500.000 hab., siendo de 700.000 hab. la población de una ciudad grande y terminal. Se pueden comprobar muy pocos ejemplos en el planeta, como lo fueron Exegis, Edú, Légedan, Emenú y otras; que por ser capitales de las Drimas Continentales o de la fluctuante Drima Universal se sobrepoblaron en forma excepcional.
El resto de asentamientos se mantuvo siempre en los márgenes rurales, donde el terreno libre rodeaba a las construcciones habitadas, el casco urbano no tenia más de 1 km cuadrado de superficie, alrededor del cual las construcciones se raleaban en una transición gradual con el campo, para terminar disgregándose junto a pequeños caminos secundarios.
El caserío fundacional, aquel que prosperó junto al río madre de la civilización a partir de un patio común donde se procesaban los alimentos obtenidos de la caza y de la tierra; evolucionó en una plaza organizada a partir de una cuadricula, que resultaba la más sabia y racional de las maneras de apropiarse del territorio vacío.
Zelidar se cubrió de una red urbana generada a partir de núcleos total o parcialmente autosuficientes, que configuraron hasta la fecha que precisa este período, una entidad regional cerrada sin cambios gruesos a través de la historia. Este límite de la civilización creó las condiciones para la búsqueda de otras tierras más allá del mar.
Las exploraciones aventureras y desorganizadas con resultados nulos o desconocidos, se organizaron luego del perfeccionamiento de la navegación con la vela triangular; la búsqueda obsesiva de otras tierras y de otros hombres fue el motor filosófico de la movilización.


El surgimiento de las ciudades metonas.


La colonización del territorio, a partir de sucesivas avanzadas sobre un continente vacío de pobladores ha sido la pauta maestra que contribuyó a definir las ciudades metonas. Según este principio, cada ciudad nueva se fundaba a partir de otra que era su inmediata antecesora y fuente directa de insumos e influencia.
Por otra parte, la fundación a partir de un prototipo madre, habría producido sutiles cambios acumulativos; algo así como un efecto "copia de copia"; que habría perpetuado patrones pero no soluciones específicas para cada caso.
La mayoría de las cartas fundacionales de las ciudades eran compendios de normas para el trazado y distribución de barrios y edificios principales; se escribían en el mismo plano fundacional y eran fruto de muchos años previos de estudios, en que los grupos de avanzada que llegaban al lugar, observaban el terreno, verificando los cambios de clima, el suelo y los accidentes geográficos, terminando por conocer a la perfección cualquier detalle del posible sitio de fundación de la ciudad.
Desde el origen protohistórico estos estudios se hicieron en forma prolija y concienzuda, abarcando desde las razones concretas y comprobables, hasta las místicas y religiosas.
La Carta Fundacional fue un documento tan serio como las Cartas magnas de los países modernos de la Tierra. Era un documento de hermosa diagramación y abundante colorido. Su consulta era permanente y su custodia estaba a cargo de la Drima Urbana. No tenía carácter permanente y contrariamente crecía y se enmendaba con la evolución de la ciudad. Sus ordenanzas conformaban las leyes matrices para el resto de la legislación de convivencia.
En ella se asentaba el espíritu de gestación de la ciudad con sus proyecciones y anhelos, combinando urbanismo y modelos existenciales colectivos, como nunca se había observado en el universo conocido.
El tamaño final de la ciudad, desconocido y despreciado en las fundaciones terrestres, constaba en la carta como un dato a considerar. La responsabilidad de la nueva urbe, de extender la colonización, fundando otras poblaciones, también quedaba explícita en la Carta y era una ley ineludible cuando se trataba de un mundo vacío de pobladores.
El resultado formal, el perfil, los edificios, las calles, plazas y solares quedaba en manos de los arquitectos y agrimensores que manejaban el cúmulo de normas de la Carta, derivadas de la experiencia de aquella primera avanzada o "Elda".
La “elda”, esa población precaria, donde se albergaban los Pioneros de Fundación, era casi siempre un conjunto de tiendas y carros que se levantaban en el primer lugar de interés para la comitiva, se agrupaban alrededor de un circulo amplio y se constituían en Drima para iniciar los trabajos y estudios.
El centro del círculo era ocupado por una hoguera que ardía durante la noche y alrededor se ubicaban los pioneros, sus animales, armas e instrumentos según se necesitara.
Eran necesarios varios años antes de llamar a las primeras partidas de voluntarios para la población definitiva.


La ciudad de Erindar.


Esta hermosa ciudad, llamada Kerul en su fundación, existió desde los primeros años luego de la dispersión producida por el diluvio. Estaba situada a orillas del río Kerulén, exactamente sobre la línea del ecuador y a unos 1000 km del mar, río arriba.
Los fundadores habían elegido una estratégica curva del cauce, ni bien este se encontraba con el llano, luego de salir de entre los valles y allí habían trazado la ciudad como un damero prolijo salpicado de verdes arboledas. Su enclave respondía a la última avanzada frente a los montes desconocidos y poco a poco a lo largo de la historia, la ciudad y sus poblados cercanos fueron tomando fuerza como una región con autonomía propia.
El destino quiso que su situación; en el gigantesco arco que la cordillera de Bantisia hace hacia el norte para formar la península Enisôr; la transformara en paso obligado tanto para bordear la cadena como para atravesarla. Las pujas políticas entre los representantes de la Drima Regional y la Drima Urbana, definieron su capitalización hacia el año -915.
La ciudad mientras tanto reformó sus edificios institucionales, amplió sus límites y se preparó para ser durante varios años la capital de la "Región de Kerulén y cordillera de Bantisia".
Tuvo a su cargo toda la conquista y población al oeste de la cordillera, la península Enisôr y los territorios hasta el río Klen. El asentamiento límite sobre este río, la ciudad de Sepia, fue la hegemonizadora de las otras poblaciones menores, se configuró como capital de "Región menor", por fin formó Drima hacia el año -820 y signó su desarrollo como capital regional autónoma.
Las independencias adquiridas sucesivamente, en la medida que los territorios se ocupaban, traía aparejada una permanente migración de habitantes de las ciudades más viejas, especialmente beneficiados al decidir poblar los nuevos territorios.





septiembre 18, 2009

La drima

Su origen legendario que se sitúa luego de la "Segunda reunificación", está relacionado también con otros acontecimientos históricos comprobados. Parecen no haber sido pocos los problemas para lograr la reunificación y sin duda ésta se logró gracias a la fuerza que tomó la Drima original, a medida que los jefes de las tribus consiguieron acordar entre sí.
A partir de esta situación, la evolución de la cultura metona llevó consigo la fuerte presencia de las asambleas de representantes, elegidos por los comunes para defender sus intereses, organizando la vida y la política a partir de esta forma de resolución de conflictos. La sucesivas variantes del modelo de asamblea se dieron a medida que la humanidad metona creció en numero y en complejidad.
Existieron así, hasta el final de los tiempos, grados de poderes en las distintas drimas que abarcaban el espacio político de cada poblado y aún de cualquier organización o grupo de personas dentro de la misma ciudad.
Una Drima Comunal sesionaba para resolver los conflictos de una “elda” pequeña.
La Drima Urbana conducía los destinos de toda una ciudad, en tanto que la Drima Regional contemplaba a la suma de poblaciones que compartían un territorio más vasto.
Por fin existía la Drima Continental, con sesiones ocasionales o de emergencia cuando todo un continente intervenía en algún asunto y por último la Gran Drima Universal que debió debatir, entre otros problemas, la tremenda decisión de abandonar el planeta.
Este último ente fue más simbólico que real, pero fue sin duda el supremo referente para situaciones que no podían resolver las Drimas Continentales. Su único período de disolución, fue a partir del año 3507 cuando debido a la Edad Fría, dejó de sesionar y dejó libre albedrío a las tres Drimas Continentales independientes.

En otros niveles, como se dijo, las asambleas agrupaban a los representantes de algún grupo social, a los trabajadores de algún gremio, a los campesinos y sus sembrados o a simples ciudadanos ante la Drima Urbana. El Regente o representante nombrado como presidente de la asamblea era quien exponía las resoluciones y ordenaba las sesiones. Era en sí el ejecutor de las decisiones y su permanencia como regente debía ser ratificada o suprimida por sus iguales.
Cuando las drimas crecían en número, los regentes pasaban a ser tres, luego cinco, pero nunca más de siete. El número impar garantizaba siempre una definición sin empates.
En algunos aspectos la drima era el equivalente de los soviets de la Rusia Socialista de la Tierra.

Bocetos de la drima de Edú.
Extraidos de los cuadernos de viaje de Furnessi y de los apuntes redactados sobre los bosquejos y relevamientos que hizo del edificio, en su visita del año 2198.


Boceto del "salón alto" en el Palacio de los Regente de Edú, donde funcionó transitoriamente la drima de Legedan. Obsérvese el uso de la falsa bóveda, que el autor, Ernesto Furnessi, resalta en el epígrafe manuscrito











Diferencias y semejanzas

Las grandes masas continentales de Metón se produjeron en forma similar a las del planeta Tierra. La deriva continental formó las placas principales y su continuo movimiento definió tierras emergidas que posteriormente se fueron poblando de vida.
De igual modo, los vaivenes climáticos produjeron períodos glaciales alternativos que determinaron que el nivel del mar del planeta subiera o bajara según si el agua se encontrara contenida en los hielos continentales o libre en el océanos.
Así, los dos mundos desarrollaron sus biósferas respectivas con sus semejanzas y diferencias. La población humana no escapó a estas variantes y por consiguiente siguió patrones distintos en cada planeta.
Mientras que en la Tierra la aparición del hombre se dio en lugares no precisos, y simultáneos respecto de todas las tierras emergidas, además de suceder en tiempos prehistóricos; en Metón la impronta humana fue en un punto concentrado, pero sin posibilidades de migraciones hasta el período protohistórico.
La razón de la permanencia en los territorios de origen se dio debido a razones fundamentalmente geográficas: las masas continentales estuvieron aisladas durante largos períodos, las bajas del mar durante las glaciaciones no lograron unir los continentes y los grupos humanos primitivos no tenían medios para atravesar los brazos de mar entre las tierras emergidas.
Por otra parte, las óptimas condiciones de vida de la Llanura Central de Zelidar, hizo que los grupos humanos primitivos no necesitaran trasponer los límites de la región, ni siquiera por curiosidad. Sólo hacia el año 4000 antes del Cruce, después de la última glaciación y las anormales crecidas del Río Moderán, se trastocaron las condiciones climáticas y por consiguiente, las de la vida de sus pobladores.
De ese paraíso de lluvias mansas y tierras prósperas, donde crecían sin prisa, asomándose a la historia escrita, un cataclismo los despojó de todo, obligándolos a empezar desde el principio y sobre todo a cambiar el esquema sedentario y buscar nuevas tierras para ocupar.
Las cuatro corrientes migratorias que iniciaron la diáspora, respondieron al más notable de todos los emprendimientos que la humanidad haya desarrollado, contra la naturaleza y en cualquier lugar del universo, para afrontar el territorio desconocido, construyendo ciudades; una tras otra, avanzando sobre las tierras vacías.
Si hubo otros grupos homínidos en el gran continente de origen, no quedaron rastros de su presencia cultural. Las únicas tribus progresistas fueron las del Río Moderán y sus llanuras fértiles.

Una Tierra “otra”



Una antología de sitios y lugares extraños no puede escribirse sino con el paciente esfuerzo de la recopilación y de la espera de nuevas tierras por descubrirse.
Pero esa labor puede ser tema para otra historia, en tanto que mi comentario debe circunscribirse a Metón y su existencia enigmática en algún lugar del universo.
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Metón es una tierra “otra” porque cualquiera que estuviera allí se sentiría en la Tierra pero fuera de ella. Este meta planeta, más allá del universo conocido, detectado por sus señales radiales, llega a nuestro conocimiento antes que nosotros a él .
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Su raza inteligente se hizo conocer al igual que hemos intentado nosotros hacerlo, pero cuando llegamos a buscarlos, el planeta está abandonado, su población ha emigrado a otro mundo y lo ha dejado vacío de respuestas y cargado de incógnitas. Aún el destino final de esa raza es desconocido.
Así, llegamos a colonizar un mundo sin saber que motivó a sus habitantes abandonarlo.
Los únicos parientes en todo un vacío espacio se han ido para siempre sin esperarnos.