“Iabo utdedra libelabel Ulden nat oikomenikat Elo, un nat nira bo drameg Gunden u antromorfikat Gemen”

Da lef Ianda bo Darg. Ursula K Le guin

septiembre 18, 2009

La drima

Su origen legendario que se sitúa luego de la "Segunda reunificación", está relacionado también con otros acontecimientos históricos comprobados. Parecen no haber sido pocos los problemas para lograr la reunificación y sin duda ésta se logró gracias a la fuerza que tomó la Drima original, a medida que los jefes de las tribus consiguieron acordar entre sí.
A partir de esta situación, la evolución de la cultura metona llevó consigo la fuerte presencia de las asambleas de representantes, elegidos por los comunes para defender sus intereses, organizando la vida y la política a partir de esta forma de resolución de conflictos. La sucesivas variantes del modelo de asamblea se dieron a medida que la humanidad metona creció en numero y en complejidad.
Existieron así, hasta el final de los tiempos, grados de poderes en las distintas drimas que abarcaban el espacio político de cada poblado y aún de cualquier organización o grupo de personas dentro de la misma ciudad.
Una Drima Comunal sesionaba para resolver los conflictos de una “elda” pequeña.
La Drima Urbana conducía los destinos de toda una ciudad, en tanto que la Drima Regional contemplaba a la suma de poblaciones que compartían un territorio más vasto.
Por fin existía la Drima Continental, con sesiones ocasionales o de emergencia cuando todo un continente intervenía en algún asunto y por último la Gran Drima Universal que debió debatir, entre otros problemas, la tremenda decisión de abandonar el planeta.
Este último ente fue más simbólico que real, pero fue sin duda el supremo referente para situaciones que no podían resolver las Drimas Continentales. Su único período de disolución, fue a partir del año 3507 cuando debido a la Edad Fría, dejó de sesionar y dejó libre albedrío a las tres Drimas Continentales independientes.

En otros niveles, como se dijo, las asambleas agrupaban a los representantes de algún grupo social, a los trabajadores de algún gremio, a los campesinos y sus sembrados o a simples ciudadanos ante la Drima Urbana. El Regente o representante nombrado como presidente de la asamblea era quien exponía las resoluciones y ordenaba las sesiones. Era en sí el ejecutor de las decisiones y su permanencia como regente debía ser ratificada o suprimida por sus iguales.
Cuando las drimas crecían en número, los regentes pasaban a ser tres, luego cinco, pero nunca más de siete. El número impar garantizaba siempre una definición sin empates.
En algunos aspectos la drima era el equivalente de los soviets de la Rusia Socialista de la Tierra.

Bocetos de la drima de Edú.
Extraidos de los cuadernos de viaje de Furnessi y de los apuntes redactados sobre los bosquejos y relevamientos que hizo del edificio, en su visita del año 2198.


Boceto del "salón alto" en el Palacio de los Regente de Edú, donde funcionó transitoriamente la drima de Legedan. Obsérvese el uso de la falsa bóveda, que el autor, Ernesto Furnessi, resalta en el epígrafe manuscrito











Diferencias y semejanzas

Las grandes masas continentales de Metón se produjeron en forma similar a las del planeta Tierra. La deriva continental formó las placas principales y su continuo movimiento definió tierras emergidas que posteriormente se fueron poblando de vida.
De igual modo, los vaivenes climáticos produjeron períodos glaciales alternativos que determinaron que el nivel del mar del planeta subiera o bajara según si el agua se encontrara contenida en los hielos continentales o libre en el océanos.
Así, los dos mundos desarrollaron sus biósferas respectivas con sus semejanzas y diferencias. La población humana no escapó a estas variantes y por consiguiente siguió patrones distintos en cada planeta.
Mientras que en la Tierra la aparición del hombre se dio en lugares no precisos, y simultáneos respecto de todas las tierras emergidas, además de suceder en tiempos prehistóricos; en Metón la impronta humana fue en un punto concentrado, pero sin posibilidades de migraciones hasta el período protohistórico.
La razón de la permanencia en los territorios de origen se dio debido a razones fundamentalmente geográficas: las masas continentales estuvieron aisladas durante largos períodos, las bajas del mar durante las glaciaciones no lograron unir los continentes y los grupos humanos primitivos no tenían medios para atravesar los brazos de mar entre las tierras emergidas.
Por otra parte, las óptimas condiciones de vida de la Llanura Central de Zelidar, hizo que los grupos humanos primitivos no necesitaran trasponer los límites de la región, ni siquiera por curiosidad. Sólo hacia el año 4000 antes del Cruce, después de la última glaciación y las anormales crecidas del Río Moderán, se trastocaron las condiciones climáticas y por consiguiente, las de la vida de sus pobladores.
De ese paraíso de lluvias mansas y tierras prósperas, donde crecían sin prisa, asomándose a la historia escrita, un cataclismo los despojó de todo, obligándolos a empezar desde el principio y sobre todo a cambiar el esquema sedentario y buscar nuevas tierras para ocupar.
Las cuatro corrientes migratorias que iniciaron la diáspora, respondieron al más notable de todos los emprendimientos que la humanidad haya desarrollado, contra la naturaleza y en cualquier lugar del universo, para afrontar el territorio desconocido, construyendo ciudades; una tras otra, avanzando sobre las tierras vacías.
Si hubo otros grupos homínidos en el gran continente de origen, no quedaron rastros de su presencia cultural. Las únicas tribus progresistas fueron las del Río Moderán y sus llanuras fértiles.

Una Tierra “otra”



Una antología de sitios y lugares extraños no puede escribirse sino con el paciente esfuerzo de la recopilación y de la espera de nuevas tierras por descubrirse.
Pero esa labor puede ser tema para otra historia, en tanto que mi comentario debe circunscribirse a Metón y su existencia enigmática en algún lugar del universo.
...

Metón es una tierra “otra” porque cualquiera que estuviera allí se sentiría en la Tierra pero fuera de ella. Este meta planeta, más allá del universo conocido, detectado por sus señales radiales, llega a nuestro conocimiento antes que nosotros a él .
...

Su raza inteligente se hizo conocer al igual que hemos intentado nosotros hacerlo, pero cuando llegamos a buscarlos, el planeta está abandonado, su población ha emigrado a otro mundo y lo ha dejado vacío de respuestas y cargado de incógnitas. Aún el destino final de esa raza es desconocido.
Así, llegamos a colonizar un mundo sin saber que motivó a sus habitantes abandonarlo.
Los únicos parientes en todo un vacío espacio se han ido para siempre sin esperarnos.