“Iabo utdedra libelabel Ulden nat oikomenikat Elo, un nat nira bo drameg Gunden u antromorfikat Gemen”

Da lef Ianda bo Darg. Ursula K Le guin

diciembre 19, 2009

La llegada del Gran Invierno


*Extracto del ensayo de Ernesto Furnessi sobre los cambios climáticos en Metón y su efecto en la población, basado en documentos originales y estudios posteriores al descubrimiento.


El clima de Metón cambia y  los relatos históricos hablan de “enfermedades en la cara de Sel”, la temperatura media  baja 10 º, lo que hace que los territorios sub-ecuatoriales se enfríen en forma dramática.[1]

La civilización metona se enfrenta a una etapa crítica donde deben replantearse las pautas distributivas de la población, en relación con los avances de los fríos.

El progreso científico se estanca en algunos aspectos y se enfoca en los  de la supervivencia. La economía se verá controlada al máximo.

Los próximos 500 años de la vida de Metón serán duros  para la expansión metona y su permanente interacción.


Hacia el 3420, Se cierran las comunicaciones con las Landas del Norte y se establece una política de emergencia para con las tierras en los confines del norte

La Drima de Ekluria, con sede en Legedán, proclama la "Carta de Lízila" por la que las landas son libradas a sus destinos ante la imposibilidad de mantener comunicaciones fluidas con ellas y la negativa rotunda de sus pobladores de abandonarlas.

Solo un correo dos veces al año, durante el verano y la liberación de la región al manejo de sus recursos propios fueron las condiciones de la carta, el Cordón Boreal de islas sería el camino a seguir a través del océano permanentemente congelado.

El comercio de pieles, aceite y carne de los "kalontes" se interrumpe drásticamente y lo que fue un principal recurso de intercambio, se transforma en un recurso de subsistencia a partir del cierre de las comunicaciones.

Con el frío extremo, las tierras llanas se cubrirán de hielo rápidamente y solo las tierras escarpadas tendrán chance durante la crisis. La alternativa será el activo vulcanismo de las montañas del norte y su uso como fuente de calor, energía y  agua líquida.

Los lagos termales serán centros de agrupación humana y hasta permitirán cultivos rudimentarios de vegetales que complementarán el casi exclusivo régimen de alimentación a base del aprovechamiento del mar.
La organización social será estricta y en algunos casos despiadada, cada poblado se refugiará en sus leyes y costumbres  perdiendo el fluido trato que mantenía hasta la llegada del frío[2]. Esto condicionará el futuro temperamento general de las regiones boreales en  relación a las poblaciones del sur beneficiadas con climas más benignos.
No existirá en  estos casos una institución equivalente a la Drima y sí esquemas de gobierno a partir de líderes concentradores de poder. En ciertos aspectos podemos hablar de un retroceso a las  formas de jefaturas tribales y en otros casos a  las organizaciones feudales de la Tierra.


[1] NORTH Frederik. Der Klima von Methon. Reichstrasse Ed.  Berlin. 2190

[2] ROMEIRO  Bercy. O processo  civilizatório no Metón. Editôra Paulista. Sao Paulo. 2160





diciembre 18, 2009

Recorte de un cuaderno de apuntes de Furnessi.

En este caso referido a sus observaciones sobre la arquitectura metona y mencionando a un tal Alberto que parece ser su asesor en los temas arquitectónicos. En este tópico, Furnessi se declara neófito y como en otros casos, consulta a distintos especialistas.

octubre 25, 2009

El Trabajo de Ernesto Furnessi

Implementos de trabajo en el gabinete de  Furnessi.
Apuntes manuscritos de traducciones de los textos originales, el mapa continental reelaborado a partir de los hallazgos arqueológicos y algunos instrumentos de trabajo .
Obsérvese el compás de escalas que utilizaba para las conversiones de distancias.




octubre 17, 2009

Región nor-oriental de Zelidar

Mapa elaborado por Ernesto Furnessi en tinta, lapiz y carbonillas, basado en el documento original que se conserva en el MAM de Londres.


En el confin oriental, la península Enisor y en su extremo, las ciudades de Enisorai en el continente y Gebaira, en la pequeña isla homónima.

Sobre las margenes del Río Kerulen, en su tramo de llanura antes de desembocar en el Mar de Ekeran, puede observarse  la ciudad de Erindâr y las pequeñas poblaciones que la rodean.
Ya en el final de su recorrido, el Kerulen y el Irukan tributan juntos sus aguas al mar en forma de un enorme estuario.

Al sur  de la región y sobre la desembocadura del Río Ner en el Mar Cerrado, se situa la gran ciudad de Andirondai, que en realidad es una conurbación de dos ciudades independientes divididas por el río. Andí, en la ribera derecha y Rondai en la izquierda.
















octubre 15, 2009

La ciudad de Lízila.

Ubicada en la costa de las Landas Polares, fue siempre el primer puerto para acceder a los territorios del norte.
Sobrevivió por siglos al frío extremo, por estar construida sobre una caldera termal, al borde del mar.
Ilustración de Ernesto Furnessi sobre grabados originales



octubre 11, 2009

EL AÑO METÓN Y LAS ESTACIONES. Da Yari metoni un yari stanen

Las cuatro estaciones del año. 

Amba. Significa simultáneamente amanecer y primavera. Luego del invierno y de la oscuridad llega el alba y el calor
Selia. Es el verano o el tiempo de Sel.
Nimba. Significa atardecer y también otoño. Responde al inicio de los tiempos fríos.
Simia. Es el invierno o el tiempo de Sîma, la luna del planeta. Durante el tiempo frío, el sol se aleja en los cielos metones y persiste la presencia nocturna de Sîma.

EL AÑO MAYOR


En el diagrama superior se observan las orbitas de Metón y Etosia, el gigante gaseoso, en forma comparativa.
Si se considera que Etosia tiene una órbita casi circular a diferencia de Metón, que la desarrolla en forma elíptica; se puede comprender el máximo acercamiento que se produce durante el perigeo entre los dos planetas (M12 - E12), que da por iniciado y concluido el Año Mayor cada doce años metones.
Las órbitas de ambos planetas están sincronizadas en 1 a 12, lo que hace que el ciclo sea exacto e invariable.

El período de máximo acercamiento se estima en unos meses, con un día clave de conjunción, establecido mediante cálculos astronómicos en el calendario metón, siempre incluido en el mes de Denar durante el invierno. Durante este acontecimiento astronómico, en las noches invernales de Metón, Etosia fulgura en el cielo con luz violácea llegando a arrojar sombras de los objetos.
Nótense las distintas distancias relativas entre los planetas en las posiciones 3, 6 y 9 y el paulatino alejamiento que desarrollan hasta alcanzar el máximo en la situación M12 – E6.

Durante la gran conjunción, las radiaciones gamma del Etosia influyen fuertemente sobre la superficie de Metón y su satélite, condicionando fuertemente los fenómenos de las mareas, los procesos biológicos de las especies animales y vegetales y hasta la fisiología humana y costumbres de la cultura metona.